Firmada por Stephan Verkaik y Beth Horneman, la silla mezcla dos mundos diferentes en uno, dando a los dueños la oportunidad de relajarse cómodamente mientras su gato juega activamente a su lado. Una vez que los gatos sienten a su compañero humano cerca e implicado, se animan a usar la rueda más a menudo.

"El gran problema de los productos para mascotas es que, aunque estén bien diseñados, nunca tienen un posicionamiento claro en nuestros hogares", comparten los diseñadores de Catham.city Con una página de financiación colectiva en Kickstarter Para hacer viable el proyecto, "The Love Seat" pretende abordar este problema de frente, creando una sinergia entre gatos y humanos a través de su función.

Se trata de un enfoque inusual en el mundo del diseño de mascotas, donde normalmente los productos satisfacen las necesidades de los animales casi exclusivamente o añaden un beneficio humano pasivo, como la estética. "Nos centramos más en la interacción entre nosotros y nuestros gatos, y en cómo podíamos mejorarla de forma natural para ambos", justifican los creadores.

El equipo de Catham.city se propuso diseñar "The Love Seat" de la forma más sostenible posible, con el objetivo de que durase siete vidas. Por eso, los creadores utilizaron haya de origen responsable, un tipo de madera duradera que confiere a la silla esa longevidad.

Para la almohadilla, el diseño incorpora poliuretano reciclado (PU), un material que no permite que los gatos claven sus uñas en él. De hecho, el PU reciclado tiene una resistencia a los arañazos incluso mayor que el PU normal.

"The Love Seat" se envía como un pequeño paquete automontable, sin necesidad de separarlo en distintos paquetes, lo que minimiza el transporte y repercute positivamente en la huella de carbono.

*Via Designboom