Bombillas LED son conocidos por todos por su durabilidad y menor consumo de energía. Sin embargo, lo que quizá se pregunte es: cuando dejan de funcionar, ¿cómo deshacerse de ellos de forma consciente?

A LLUMM especialista en iluminación de alta potencia e iluminación decorativa, que tiene la sostenibilidad y la responsabilidad medioambiental como una de sus prioridades, presenta algunas acciones que podemos llevar a cabo a la hora de deshacernos de las lámparas LED.

La eficiencia y el ahorro que la tecnología LED ofrece a los consumidores son indiscutibles. Sin embargo, lo que poca gente sabe es que este tipo de lámparas puede reciclarse al final de su ciclo de vida, ya que no están fabricados con materiales pesados y tóxicos, como el mercurio, y sus componentes pueden reutilizarse.

Para eliminar correctamente este material al final de su uso, el proceso es muy sencillo:

Embalado correctamente

El primer paso es embalar los bulbos en un recipiente que impida que se rompan o dificulte la manipulación de los colectores. Protegerlos en papel o meterlos en una caja de cartón son buenas opciones.

Llevar a la estación de reciclaje

Entregado en estaciones de reciclaje Algunas ciudades ya cuentan con ecopuntos, que son puntos de recogida de residuos.

En otras localidades, como São Paulo, las grandes cadenas de materiales de construcción también aceptan residuos, al igual que las empresas especializadas en reciclaje.

Según Ligia Nunes, responsable de MKT de LUMM, todas las empresas son responsables de sus residuos.

"Aunque no existe una ley de eliminación de lámparas LED, es importante que se haga de forma adecuada por la manipulación del vidrio y sobre todo para la reutilización de sus componentes en pos de una economía circular. Los consumidores de productos LLUMM cuentan con todo nuestro apoyo en la eliminación de materiales de esta naturaleza", explica.