Cabaña en Tiradentes hecha de piedra y madera de la región
Hace ocho años, en un viaje de fin de semana, los arquitectos cariocas Ricardo Hachiya y Luiza Fernandes experimentaron el hechizo de Tiradentes: "Fue impresionante. No podíamos dejar de pensar en este pedacito de Minas. La carretera con los termiteros, la comida en la cocina de leña, la arquitectura... Había una encantadora conspiración de factores. Seis meses después, volvimos para desarrollar una línea de mueblesVeníamos una vez al mes, felices de la vida", recuerda Luiza. A medida que se fueron haciendo habitués, la pareja empezó a adentrarse en el monte, visitando a un carpintero experto, a un cerrajero especializado en marcos... "Un día, encontramos este terreno, en un valle con aire rústico. Cada vez lo comprobábamos. El noviazgo acabó en compra, y la casa se construyó en un año,sólo con gente de la región", dice Ricardo.