Aterrizar en el suelo respetando la historia del lugar, estableciendo un vínculo con la atmósfera remota que se cierne sobre la ciudad de São José do Barreiro, en el Valle Histórico Paulista, fue el lema de este proyecto de oficina Go.

Conversaciones con vecinos y visitas a puntos importantes de la ciudad -como la plaza central, el Cine Theatro São José y la Granja Pau D'alho- suscitaron el deseo de crear un diálogo silencioso y subjetivo entre la casa y la ciudad.

Una casa de campo típica de São Paulo surge también de los redescubrimientos realizados en el jardín existente, el único terreno hasta entonces sin construir en la zona central de la ciudad y con plantas ornamentales y árboles frutales que cultivaba la madre del cliente en la época en que el terreno se utilizaba como patio trasero de la familia.

También había una cuestión más pragmática: la casa tenía que construirse con un presupuesto ajustado (1.000 reales/m2) y con una arquitectura que pudiera incorporar las numerosas técnicas constructivas tradicionales que conservan los albañiles locales.

Se tuvieron en cuenta todos estos activos, incluido el gran árbol de mango centrado en el patio creado entre los dos bloques construidos.