La casa Varandada utiliza troncos de madera de 7 m de largo
El terreno es una pendiente que, de extremo a extremo, presenta un desnivel de nada menos que 20 m. "Esta situación resolvía muy bien la cuestión de la intimidad", afirma la arquitecta paulista Mariana Viégas, autora del proyecto de 300 m².de la estructura: un inmenso espinazo de cumaru que aprovecha los troncos de la madera en su máxima extensión, 7 m.
"La elección de la estructura prefabricada de madera fue previa al proyecto. Teníamos una topografía difícil de resolver y entornos en los que la familia deseaba ser discreta, sin dejar de disfrutar de las vistas", explica Mariana Viégas. "Por ello, concentramos las zonas de estar en la parte baja y reservada de la parcela", describe. Conectadas por la pasarela de entrada, situada en la parte más alta de la parcela,Con la premisa del uso de la madera, las demás soluciones de diseño -como la circulación horizontal del agua y la creación de un único paso para todos los sistemas eléctricos e hidráulicos- preservan la estructura en un entorno muy abierto y fluido, todo ello desarrollado a partir de la retícula diseñada por el ingeniero Hélio Olga, de Ita Construtora.De madera maciza, los troncos definían a lo ancho y a lo largo la casa de campo de la familia de cuatro miembros. "Es el sueño de toda una vida", resume el propietario.