La arquitecta Gleuse Ferreira creció rodeada de reporteros, fotógrafos y turistas en la casa de su abuela, una antigua residencia de mampostería en la capital de Sergipe, Aracaju. Eran profesionales y curiosos en busca de los recuerdos de sus bisabuelos, la pareja más famosa del cangaço, Virgulino Ferreira da Silva y Maria Bonita. Gleuse no llegó a conocer a los responsables del revuelo en su casa (Lampião muriócuando su abuela, Expedita Ferreira, sólo tenía cinco años, en 1938), pero su proximidad con la ropa, las armas e incluso el pelo del otro creó una intimidad entre ellos.

Cuando se licenció en Arquitectura, Gleuse cogió su diploma y, de la noche a la mañana, decidió vender su coche y comprar un billete para visitar otros países. "Como diría mi madre, me puse 'los zapatos de tu bisabuelo' y fui de ciudad en ciudad, conociendo gente y tratando de encontrarme a mí misma", cuenta. Vivió en São Paulo, Barcelona, Salamanca, Madrid, Sevilla y Berlín. Volvió a su ciudad natal y abrió unMis andanzas por el mundo me han puesto en contacto con personas de diferentes nacionalidades, costumbres y creencias, lo que se refleja en mi propio trabajo, ya que siempre intento, ante todo, escuchar lo que quiere mi cliente y no diseñar una casa basándome en lo que yo quiero", afirma.

Uno de los primeros trabajos en la nueva oficina fue renovar la casa donde vivía su abuela, la hija de Lampião, con su yorkshire Virgulino: "Siempre intento preservar la identidad del habitante. Eso es exactamente lo que hice en la casa de mi abuela cuando la decoré con porcelanas, fotografías, xilografías y pinturas que tienen referencias al "cangaço". Son todos regalos que ella ganó de los aficionados de mi bisabuelo, los recuerdos queSi los regalos están expuestos, el legado de los bandidos, que incluye armas, ropa, libros y un mechón de pelo de María Bonita, sigue lejos del público. La familia está intentando, con un museo de Salvador, encontrar un espacio adecuado para exponer permanentemente el material.

Perfil profesional de Gleuse Ferreira

Las referencias de Gleuse Ferreira están lejos de ser sólo personajes del "cangaço" brasileño. Habiendo viajado por diferentes países, sus maestros son de distintas nacionalidades, como Isay Weinfeld, Dado Castelo Branco y Marcio Kogan. Dice que las revistas, las ferias de decoración como el Salón del Mueble de Milán y aplicaciones como Pinterest también la ayudan a la hora depensar en nuevos proyectos.

Frente a la oficina Gleuse Arquitetura, la arquitecta firma proyectos en Sergipe y en estados de la región Sudeste. Conoce bien al cliente de cada región. El sergipano, por ejemplo, es muy vanidoso y, en su casa, no puede faltar la asociación entre belleza, comodidad y funcionalidad.Entre los materiales, informa que siempre opta por suelos fríos, como el gres porcelánico, debido al clima cálido; debido al fuerte aire marino, Gleuse evita utilizar espejos porque sabe que sus bordes se oxidan con el tiempo, volviéndose negros. Balcón y aire acondicionado son dos peticiones que siempre están presentes en los proyectos de Sergipe.