Platos en la pared: vintage que puede ser súper trendy
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Además de ser un elemento esencial para las comidas, la versatilidad de la decoración de interiores explora otra función muy interesante para los platos: protagonizar la composición mural aportando un encanto, una gracia y un afecto que traen inmediatamente a la memoria los recuerdos de la casa de una abuela.
Y esta tradición de la vajilla, más viva que nunca, no sólo está relacionada con el mundo de la cocina Por el contrario, el cuidado y la belleza de la composición de las piezas pueden estar presentes en diversos ambientes residenciales.
Ver también: 16 habitaciones de estilo rústico chicPero las dudas se guían por dos puntos principales: ¿cómo elegir y en qué paredes apostar por el uso de platos en la decoración? Entusiasta del uso del elemento, el arquitecta Marina Carvalho explica cómo le gusta aplicar la vajilla en sus proyectos de arquitectura e interiorismo.
"Pero con la multifuncionalidad de las placas, podemos seguir una línea más moderna, sofisticada y a la vez limpia. También me parece una buena alternativa para sustituir los cuadros", comenta el profesional.
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El arquitecto también señala que hoy en día es posible comprar el plato que se ajusta al estilo decorativo del proyecto - Ya sea en tiendas o en Internet-, para dar un nuevo significado a piezas heredadas de la familia o incluso, el propio residente, para llevar a cabo el diseño en la vajilla siguiendo el camino del bricolaje.
Selección de platos
Para la elección, es importante pensar en la composición que se elaborará, considerando la perspectiva de mezclar diferentes referencias de tamaños, formas y diseños, lo que dependerá del gusto personal de cada uno.
La arquitecta Marina Carvalho revela que, en este proceso, vale la pena visitar las tiendas o consultar el comercio electrónico de los establecimientos para seleccionar las piezas y producir esta combinación.
"En un contexto de colección, la decoración de la pared con placas debe transmitir una armonía visual muy agradable", enseña Marina.
Composición
La disposición de los platos en la pared también dependerá de la creatividad del habitante y del profesional de la arquitectura, pero algunas referencias cooperan para que la organización -simétrica o asimétrica- revele un aspecto que transmite belleza.
El primer paso es definir la pared y analizar si las piezas tendrán sentido fijadas en ese lugar: "En decoración, siempre hay que valorar si el objeto tendrá sentido colocado en ese sitio", explica el arquitecto.
Pasando a la parte práctica, la simulación, teniendo en cuenta las medidas de alto y ancho, ayuda a demarcar con precisión el punto de instalación de cada placa. Para ello, Marina sugiere el ejercicio de montar la distribución sobre otra superficie -el suelo o una mesa grande-, para que la sinergia de combinaciones llegue al resultado que agrade al residente. "A partir de ahí, mi consejo es hacer una foto queayudará a no olvidar y a guiar el proceso", aconseja.
Otra forma de disponer el conjunto es trazar el contorno de las placas, con un lápiz o bolígrafo, sobre papel de estraza. Después de diseñar la forma de cada una, basta con recortarlo y pegarlo en la pared para visualizar la disposición, dando una idea real de cómo quedarán.
Marina también señala que lo ideal es no dejar un plato demasiado lejos del otro, ya que la idea es evocar la unión como un solo elemento, llamando la atención como un todo. Si la pared no tiene muebles apoyados en ella, lo recomendable es dejar los platos a 1,70 m de altura (entre el punto más alto de la producción y el suelo).
Colocar en la pared
Después de todo el análisis, llega el momento de colocar las placas en la pared. Esto se puede hacer de varias formas, utilizando alambres, discos adhesivos o la conocida masilla epoxi, como la tradicional Durepoxy.
Sin embargo, Marina explica que muchos modelos, diseñados específicamente para este fin, ya vienen con soportes que facilitan su fijación.
El más común es el soporte de muelle, señalado por el profesional como el más elegante para este tipo de decoración. Si opta por los que ya tienen soporte, utilice una taladradora para perforar la superficie que recibirá el gancho.
"Siempre es pertinente tener en cuenta que la forma de sujeción no debe ser visible en la parte inferior de las placas. En artículos tan delicados, los pequeños detalles marcan la diferencia", informa.
Un poco de historia
Numerosas referencias reafirman esta tradición. Con la porcelana china, en Oriente, los platos en la pared se remontan al siglo I d.C. En Europa, la costumbre no llegó hasta principios del siglo XVI, cuando Portugal inició tratados comerciales que permitieron traer las piezas al Viejo Mundo.
La práctica de coleccionar platos se generalizó en el siglo XIX gracias a Patrick Palmer-Thomas, un noble holandés cuyos platos presentaban diseños de acontecimientos especiales o lugares hermosos. La primera serie de platos de edición limitada se atribuye a la empresa danesa Bing & Grøndahl en 1895.
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