¿Rojo, naranja u ocre? "La primera opción, en un tono intenso", respondió Gabriela, cuando su cuñado y arquitecto Gil Mello le preguntó de qué color sería la fachada de su casa.

Cómo encontró esta casa el residente

"La proporción de la parcela (6 x 25 m) no era el mayor problema, sino la imposibilidad de abrir ventanas por un lado y la presencia de un muro de 6 m de altura por el otro.¿La solución? "Hacer un jardín vertical en esta pared y colocar la mayoría de las ventanas y puertas de la fachada junto a ella", explica Gil, autor del proyecto. Así, tras invertir los pasillos interiores de la casa, los ambientes se volvieron hacia este lado ventilado e iluminado.

El proceso de reforma

Durante un año y medio de construcción, surgieron tres cuestiones que llevaron más tiempo y resultaron más caras de lo previsto. Una de ellas, aunque respaldada por la legislación, fue objeto de muchas negociaciones con el vecino: la creación de un paso para las aguas pluviales en la parcela trasera. "Con una pendiente del 22%, es decir, 2,80 m, la parcela no permite el retorno de las aguas pluviales a la calle de acceso a la casa", explica el arquitecto. AmpliarEn el primer caso, el descubrimiento de un espacio vacío detrás de la pared del lavadero animó a la propietaria a construir una sala de televisión. Para ello, tuvo que remover la tierra cuesta arriba, lata a lata. La construcción del solarium requirió la retirada del tejado y la impermeabilización del forjado. Meses después de terminar la obra, otra sorpresa: "Fabio, miParticipó en todo el proceso, pero quería que lo hiciera todo como él soñaba", dice Gabriela.