A pared bien decorada Elegir el cuadro adecuado puede cambiar por completo el espacio, además de rellenar huecos en el ambiente. Además de elegir bien la posición, la composición o el tamaño de los cuadros, es fundamental pensar qué tipo de obra de arte se adapta mejor a la decoración.

Para ayudar en la elección y reunir consejos que faciliten la vida de quienes desean decorar su casa con cuadros, Urban Arts invitó al arquitecto creador de contenidos, Mauricio Arruda para dar consejos sobre cómo no equivocarse al rellenar una pared vacía.

"Los cuadros en la pared cambian la decoración, crean perspectiva y puntos de interés en la decoración. Son capaces de aportar color y textura al ambiente y pueden despertar muchas buenas sensaciones. Una imagen vale más que mil palabras", dice Arruda.

Tamaño y formato

La primera preocupación debe ser elegir el lugar y la posición donde se colocará el cuadro. Luego, una vez hecho esto, es necesario conocer el tamaño de la obra de arte que la persona está interesada en colocar, para que sea posible definir el formato de la obra.

Para Arruda, debe estar en consonancia con el espacio de pared que se quiere llenar. En muchos casos, esto exige una composición con más de una obra de arte para alcanzar el tamaño necesario.

Hay una regla de oro cuando colocamos cuadros en muebles, como cabeceros, aparadores, sofás y sillones: lo ideal es que la composición ocupe dos tercios de la anchura del mueble, por ejemplo, en un sofá de dos metros, la composición debe medir hasta un metro treinta", recuerda el arquitecto.

Definir un tema

"El tema es algo muy particular, pero es posible hacerse una idea según el tipo de dibujo. El arte en general, con formas geométricas, aporta un aire contemporáneo al espacio.

Ver también

• Consejos para decorar la pared con cuadros sin errores
• ¿Cuál es la mejor manera de colgar los carteles?

Las imágenes pueden traer buenos recuerdos o son ideales para la contemplación y la ensoñación. Las imágenes urbanas son estupendas para ambientes con decoración industrial, los collages aportan humor e irreverencia al lugar y la tipografía puede servir de mantra para el residente.

Mientras que las imágenes abstractas traducen a un valiente residente apasionado por el arte. "Hay varios temas más, así que no te ciñas a uno solo.Mezclar es lo mejor cuando creas una galería, que no es más que una pared con varios cuadros.Pero si estás perdido, quédate con un tema para empezar", dice.

¿Cuál es el color ideal para un cuadro?

El color también puede ser un punto de partida para elegir arte. A veces, un cuadro colorido tiene el potencial de convertirse en un punto focal en la decoración de un espacio, o es capaz de solucionar un punto débil de una decoración, como en espacios demasiado fríos o poco acogedores.

"En primer lugar, hay que fijarse en las grandes superficies, los grandes volúmenes de la casa: suelo, paredes, sofá En un ambiente neutro, con mucho beige, madera, blanco y gris, destaca que el uso de colores más saturados, cuadros más vistosos, puede equilibrar con el tono de la decoración.

En una habitación totalmente blanca, lo ideal son los colores y tonos oscuros. Si es toda beige, busca cuadros en tonos terrosos naturales, en una paleta de rojos, rosas, tierras y verdes, o una foto que tenga uno de estos tonos.

Ahora bien, si ya tienes un sofá o una pared de color, tienes que tener cuidado", apunta Arruda. En un lugar con un sofá verde, por ejemplo, los cuadros pueden tener detalles en este color. Esta relación entre diferentes elementos de la decoración es la sensación de que las cosas combinan, que crean una armonía en la decoración.

También te recuerda que no elijas cuadros con un fondo del mismo color que tu pared. Si hay una pared azul, evita elegir cuadros con un fondo del mismo color, o con un fondo blanco sobre una pared blanca.

"Si en la habitación hay otros objetos decorativos coloridos, se puede establecer un vínculo entre el arte y los objetos. En un ambiente con un sillón rosa, por ejemplo, un cuadro en este tono puede destacar en la decoración.

"Un esquema infalible que combina lo que ya tienes con los cuadros de la pared son las composiciones monocromáticas, varios tonos del mismo color. Por ejemplo: tienes un sillón verde, puedes utilizar cuadros en estos tonos", también señala que un sofá marrón, que es una variación del rojo, puede combinar perfectamente con un cuadro verde.

Aún es posible hacer composiciones con cuadros en tonos neutros, en blanco y negro, por ejemplo: "Este tipo de combinación es muy chula, pero poner un punto de color en el centro hace que el arte colocado allí destaque aún más", dice. Antes de colocarlo en la pared, un consejo es montar siempre la composición en el suelo, para no equivocarse al colocarlo en la pared.