Inspírate en las diosas griegas
La lucha por los derechos y los innumerables papeles han ocultado en cierto modo las distintas fuerzas características de lo femenino, pero estas energías forman parte de nuestro mundo interior, que desea ejercitar la creatividad, mantener un tiempo dedicado a la reflexión, volver a conectar con la naturaleza y la libertad, por no hablar de cultivar la belleza y el amor en las distintas esferas de la vida.
En la búsqueda de estas energías, la estudiosa Marisa Murta propone el rescate de Artemisa, una de las diosas del Panteón. En la antigua Grecia, las niñas abandonaban el hogar de sus padres para vivir durante unos años en los templos de esta diosa. Las sacerdotisas enseñaban a la niña a andar descalza, a no importarle tener el pelo desordenado, a correr libre por la naturaleza. "La niña entraba en contacto con su ladomás salvaje, aprendió a desarrollar su propia intuición, autonomía y fuerza", dice Marisa.
"Desgraciadamente, hoy en día, muchas chicas no se ensucian la ropa, ni conocen el placer que obtendrían paseando descalzas, desnudas o despeinadas. Se obsesionan con los vestiditos, los centros comerciales y los teléfonos móviles", continúa Marisa. Por eso, si queremos contactar con el aspecto predominante de Artemisa, por ejemplo, merece la pena invertir en actividades asociadas a la naturaleza, pasar una temporada sin dejarnos esclavizar por laUna forma de iluminar esta faceta tan apagada es rescatar el antiguo trabajo manual.
"En los primeros tiempos de la humanidad, el hombre salía a cazar y la mujer se quedaba en casa, manteniendo el fuego encendido. Su función, simbólicamente, sigue siendo ésta: mantener encendido el fuego de la pasión, alimentar a su familia con amor y comida, cuidar de la belleza y armonía de la casa, adornarse con conciencia" dice la psicóloga Cristina Guimarães. El problema es cuando la mujer utiliza la belleza sólo como arma deEl ejercicio de la feminidad tiene que hacerse de forma amorosa, no para someter a nadie a nuestra voluntad, sino simplemente para exteriorizar nuestra sensualidad y alegría", advierte la psicóloga paulista Maria Cândida Amaral.
Ver también: Azulejos de baño: 10 ideas coloridas y diferentesLa psiquiatra norteamericana Jean Shinoda Bolen es famosa por su libro Diosas y Mujer - Nueva Psicología de la Mujer (ed. Paulus), en el que analiza cómo los arquetipos femeninos ("moldes" o "formas" psíquicas presentes en el inconsciente colectivo) actúan sobre nuestra manera de ser y actuar. Según ella, las diosas veneradas en la Antigua Grecia representan magistralmente estas fuerzas que hasta hoy siguen influyendo en nosotros.La estudiosa estadounidense divide estos arquetipos en tres grandes categorías: las diosas vulnerables, que dependen de los hombres; las diosas vírgenes, consideradas completas en sí mismas y que no necesitan la presencia masculina para realizarse; y la categoría alquímica, representada por Afrodita, que comparte con las diosas vulnerables la necesidad de relacionarse y con las vírgenescierta autonomía en relación con el otro.
Observa cómo actúan las fuerzas de las diosas griegas en nuestras vidas:
Hera - Su pena por no tener pareja es enorme, lo que impide a la mujer desarrollar los demás papeles de lo femenino y la convierte en rehén del amor y la lealtad del "otro". La mujer bajo el arquetipo de Hera sufre cuando no es correspondida, pues cree que sólo es una parte de un todo y no una unidad en sí misma.
Demeter - La mujer de tipo Deméter es maternal. Su lado negativo se expresa cuando manipula la situación para suscitar culpabilidad en sus hijos: si la dejan sola en la comida del domingo, por ejemplo. Como la mujer bajo la influencia de este arquetipo no tiene vida propia, desea inconscientemente que sus hijos nunca crezcan y dejen de necesitar sus cuidados, o les cobra los sacrificios que ella hace.durante su creación.
Perséfone - La mujer de tipo Perséfone no conoce su valor y, por lo tanto, deja que otros tomen decisiones en su lugar. También tiende a involucrarse con hombres que le faltan al respeto porque no reconoce su importancia y su derecho a expresarse. La mujer con este arquetipo en evidencia puede inspirarse en Artemisa o Atenea para desarrollar y apropiarse de su energía. Estos arquetipos tambiénpuede ayudarle a moderar su presentación.
Artemisa - Se ha convertido en el arquetipo más raro en la psique de la mujer contemporánea. Artemisa es responsable de la lealtad entre las mujeres y de la verdadera amistad entre los sexos opuestos. La mujer que accede a Artemisa tras una ruptura amorosa es capaz de rescatar la amistad con su antigua pareja, porque la antigua relación se ha convertido sólo en uno entre sus muchos intereses. El lado negativo se manifiesta en lacapacidad de romper fríamente los lazos afectivos.
Ver también: Es posible lacar muebles en casa ¡sí! Vea lo que necesitaráAtenea - A Atenea la siguen las mujeres de mentalidad lógica, regidas más por la razón que por el corazón. Es una poderosa aliada en la psique femenina, ya que sus estrategias para adquirir más autonomía tienen muchas probabilidades de funcionar. Atenea es la responsable del éxito en los estudios y en la profesión, ya que el desarrollo de su faceta intelectual la hace más independiente y segura de sí misma. Para lamujeres que sufren dependencia emocional, desarrollar el arquetipo de Atenea es muy importante. El lado negativo aparece en la falta de compasión con las personas más débiles y cierta frialdad en las relaciones.
Hestia - Hestia aporta a la mujer la capacidad de centrarse y equilibrarse. De todas las diosas, es la que no tiene contraindicaciones, ya que sólo aporta armonía. Hestia también era la encargada de iniciar a las personas en la espiritualidad y en las dimensiones de lo sagrado, ya que es la portadora de la luz.
Afrodita - Se divide en dos aspectos: Afrodita Urania, que es el amor espiritual, y Afrodita Pandemia, vinculada a la pasión y la sensualidad. Aunque está ligada a las relaciones amorosas, no depende de ellas para realizarse, por lo que se incluye entre las diosas vírgenes. Al igual que los arquetipos de Hera, Deméter y Perséfone, también conduce a la unilateralidad y a la exclusión de los demás papeles de lo femenino.