Posiciones de meditación
Cojín
Ver también: 10 razones para tener plantas en casaUtilizado en la meditación zen-budista, el cojín redondo, o zafu, como lo llaman los practicantes de esta línea, ayuda con la postura: "Lo importante es sentir los isquiones, dos huesos situados en la base de la pelvis, bien apoyados, y colocar siempre las rodillas contra el suelo para tener estabilidad", dice Daniel Mattos, eutonista y seguidor del zen.
Las manos descansan en mudra cósmico y las piernas están en postura de loto (el pie de la pierna derecha está sobre el muslo izquierdo, y viceversa), medio loto o uno delante del otro, formando un triángulo.
Silla
Es la postura más fácil, también llamada egipcia, porque repite la posición en la que se suele representar a los faraones: con la columna erguida, el pecho abierto y las manos apoyadas en los muslos. "Produce los mismos efectos que la meditación en loto o arrodillada en un taburete", dice Stephanie Malta, miembro de la Comunidad Mundial de Meditación Cristiana.
En este caso, la altura de la silla es importante, ya que los pies deben estar apoyados en el suelo y los muslos en línea recta. Es fundamental sentarse únicamente en un punto de la silla que deje la columna vertebral recta de forma natural. Hay que evitar sentarse en el borde o demasiado atrás. Los ojos pueden permanecer entreabiertos o cerrados.
Taburete
Es adoptado por la mayoría de las tradiciones espirituales porque facilita la posición de la columna vertebral, que se ajusta de forma natural, sin esfuerzo. Los pies pasan por debajo del taburete y las piernas, arrodilladas, permanecen juntas.
"La columna vertebral debe permanecer erguida, pero no rígida. Hay una ligera curvatura, que hay que respetar. No es necesario permanecer de pie como una tabla", dice Fátima Maria Azevedo, practicante de meditación trascendental. En esta postura, las manos pueden estar sobre los muslos o en el mudra cósmico. Los ojos permanecen entreabiertos o cerrados.
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