¿Somos lo que creemos que somos?
La banquera Luisa se despertó sintiéndose diferente. Intentó averiguar qué era, pero no encontró la razón. No sentía ningún dolor, no había ocurrido nada especial y todos en la familia estaban bien. Recordó un informe importante que tenía que terminar antes del almuerzo, pero esto, en realidad, no le preocupaba. El día transcurrió con normalidad, el documento fue entregado a tiempo, el jefe señalóVolvió a casa por la noche con la misma sensación que al despertarse. Reflexionó un poco más y tuvo una idea de lo que le causaba extrañeza: era el silencio, una grata ausencia de inquietud mental. "Últimamente, mis pensamientos me estaban volviendo loco. Una serie de malas imágenes pasaban por mi cabeza,Apelar a la voz de la razón fue el medio de interrumpir este torrente negativo. Como encender la luz en una habitación oscura ayuda a percibir las cosas tal como son, ya no ocultas tras una cortina de creencias, Luisa comenzó a observar suEmpecé a dudar de todos y cada uno de ellos. A los que me decían que era incapaz de hacer un buen trabajo, les contestaba: si realmente soy incapaz, ¿por qué no me echa mi jefe? He hecho trabajos muy elogiados y otros que no lo eran tanto, ¿cuál es el problema? Estoy comprometido con lo que hago; siempre aprendo delEl ejercicio asertivo surgió de sesiones de Terapia Cognitivo-Conductual (TCC), que utiliza el análisis del pensamiento para cambiar el comportamiento y minimizar el estrés y el sufrimiento que provoca la visión borrosa de las cosas. Otra propuesta de terapia es la meditación; o simplemente prestar atención a la respiración durante unos minutos.Una 'pausa para respirar' pone freno a estos pensamientos y rompe su poder", explica el terapeuta cognitivo Céres Duarte, de Campo Grande, en Mato Grosso do Sul. Para la terapeuta cognitivo-conductual Isabel Weiss, de Juiz de Fora, en Minas Gerais, es importante ver este tipo de pensamientoLos pensamientos no son más que pensamientos, hipótesis, y empezar a verlos de este modo supone un gran alivio", afirma. A continuación, distánciese aún más de ellos, cuestionándolos y creando salidas alternativas", aconseja. Esta estrategia sitúa el pensamiento bajo una nueva perspectiva, de forma realista y consciente, dándole nuevo peso, valor y credibilidad.Según Luisa (nombre ficticio para preservar la intimidad del personaje), lo que ocurre es una sustitución de pensamientos: "Y no es difícil de hacer.meses de entrenamiento, empecé a notar los cambios y, al sentir la paz resultante de una mente más tranquila, me animé a seguir practicando el ejercicio". Un añadido: en momentos en los que la mente está muy acelerada, dar prioridad a determinados alimentos es una medida sencilla que merece mucho la pena.El chocolate, el café y el té negro, que son estimulantes, pueden tomarse unas vacaciones", explica la nutricionista Lucyanna Kalluf, de São Paulo.
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Siempre que aprendemos cosas nuevas, lo que incluye cambiar nuestra forma de pensar, el sistema cerebral responde bien. En el libro El cerebro de Buda (publicado por Alaúde) -escrito a partir de los recientes descubrimientos de la neurociencia y del impacto de las prácticas budistas en la salud mental- los autores estadounidenses Rick Hanson, neuropsicólogo, y Richard Mendius, neurólogo, demuestran que nadie está predestinado aLos circuitos neuronales responsables de transmitir la información empiezan a formarse antes de nacer, y el cerebro seguirá aprendiendo cosas nuevas y transformándose hasta el último día de nuestras vidas", aseguran. Aunque esta máquina perfecta tiene tendencia a registrar y recordar más sucesos malos queSí, el sistema neuronal funciona más al estilo de retroceder que de avanzar, porque las experiencias negativas tuvieron un gran impacto en nuestra supervivencia. "Imaginemos a nuestros antepasados huyendo de los dinosaurios hace 70 millones de años. Necesitaban mantener un estado de alerta todo el tiempo. Los que sobrevivieron y dieron lugar a otras generaciones atribuyeron a los dinosaurios una gran importancia.Esto fuerza la construcción de otras estructuras neuronales y produce cambios en nuestra forma de pensar, sentir y actuar. Y es un incentivo tan vital que deberíaempiezan pronto, incluso en la infancia".
En el curso de meditación raja yoga de Brahma Kumaris, una organización internacional con un enfoque humanitario y espiritual, los alumnos aprenden, entre otras cosas, cómo se generan y procesan los pensamientos. Y, a partir de ahí, se les anima a un ejercicio: encontrar diariamente en el subconsciente, donde se almacenan nuestros recuerdos, creencias, valores y hábitos con algún registro positivo. "Se puedeEvite llevar este recuerdo negativo a la nueva relación; opte por pensar en aquel hombre que la respetó, en la relación que la hizo feliz", enseña Ivana Samagaia, instructora del curso. Para los autores de El cerebro de Buda, optar por cultivar experiencias positivas no tiene nada que ver con la nueva relación.Nada que ver con huir de los problemas o querer eliminar las experiencias desastrosas: "Cuando pasan, pasan. Pero asimilar las cosas buenas es una forma de garantizar la paz interior", subrayan. Vale, normalmente, la mayoría de la gente tiene terror a los pensamientos negativos y huye de ellos como si fueran monstruos. El problema es que cuanto más huyas de ellos, más se centrará tu atención enpreocuparse por defenderse.
Usa tu imaginación a tu favor, no en tu contra
"De repente, si te detienes y miras atrás con valentía, puedes ver que ese coco no es tan grande, tal vez sea sólo un gatito", explica la psicóloga Zheca Catão, de São Paulo. Además, enfrentarse a la bestia tiene su ventaja. "Los pensamientos repetitivos o negativos no deben despreciarse porque siempre quieren decirnos algo, son sólo la punta del iceberg", reflexiona la especialista. "De ahí laA partir del momento en que tienes más claro por qué funcionas de una determinada manera, puedes empezar a tomar medidas prácticas y objetivas", dice. En otras palabras, es lo mismo que tomar las riendas de tu vida en tus manos y no soltarlas. ¿Recuerdas a Luisa? Durante sus sesiones de terapia, descubrió que una de las principales causas de suMi madre fue, hasta ese momento de mi vida, cuando tenía 21 años, la gran consejera para afrontar los obstáculos que surgían. Cuando me veía lejos de ella, sentía miedo de no saber cómo resolver los problemas", dice, ahora con 28 años.Vivía sola, pagaba mis facturas y me ocupaba de mi rutina. En resumen, era capaz de salir adelante", cuenta. Hacer este balance es un entrenamiento continuo porque los pensamientos nunca se detienen. Las ideas y/o fantasías surgen todo el tiempo. "De hecho, los pensamientos reflejan lo que somos y lo que somos es el resultado de experiencias, creencias, la educación que recibimos, el entorno...".La forma en que nos evaluamos a nosotros mismos, a los demás, el futuro y los acontecimientos es el resultado de todo ello", afirma el psiquiatra y neurocientífico Rogério Panizzutti, de Río de Janeiro.Según la terapeuta cognitivo-conductual Edna Vietta, de Ribeirão Preto, São Paulo, la forma en que cada uno de nosotros interpreta sus experiencias vitales y, principalmente, cómo aprendemos a afrontar las adversidades también contribuye al equilibrio de laPone como ejemplo la misma experiencia de dos personas: "Un colega pasa al lado de dos mujeres y vuelve la cara. Una de ellas puede pensar: 'Le habré hecho algo malo' y la otra puede concluir: 'Debe de tener un mal día o no me ha visto'".
Mirar hacia dentro trae paz y equilibrio Zheca Catão nos recuerda que en momentos de fragilidad, como duelos, rupturas y periodos de estrés, es natural tener sensación de soledad, baja autoestima, desconexión con el mundo... También es propio de la naturaleza humana tener desconfianza. Si se saben revalorizar estas sensaciones, no hay problema. Pero cuando se vuelven demasiado frecuentes y la fantasía llega al puntoPara Ken O'Donnell, director de Brahma Kumaris en Brasil, el autoconocimiento debe verse como un encuentro con lo que realmente somos: "Tenemos todas las cualidades que tiene Dios, porque somos su hijo, una chispa divina. Amor, verdad, pureza, paz, felicidad, equilibrio, bondad,El problema es que nos quedamos atrapados en los asuntos del día a día y nos olvidamos de mirar hacia dentro y acceder a estas cualidades", dice Ken. Prácticas como la meditación diaria, al recordar este yo más puro, crean una fuerza interior que no permite que se multipliquen los pensamientos negativos. Rick Hanson dice algo parecido en su obra: "Todo el que ha cavado hondo...".en la mente dicen esencialmente lo mismo: nuestra naturaleza fundamental es pura, consciente, pacífica, radiante, tierna y sabia. Aunque a menudo esté oculta por el estrés, la ira y las frustraciones, siempre está ahí. Revelar esta pureza intrínseca y cultivar cualidades saludables refleja cambios en el cerebro". La neurociencia y la espiritualidad pueden divergir en muchos temas, pero cuando se trata deal procesar los pensamientos, las certezas están cerca.
Parar y reflexionar
Anota en un diario los momentos de mayor vulnerabilidad y crea soluciones alternativas a cada mal pensamiento. He aquí cómo hacerlo.
Ver también: Cómo fotografiar tu rincón favorito1º Registra la situación: qué ha pasado, dónde estabas, qué hacías en ese momento y quién estaba implicado. Por ejemplo: en una reunión de trabajo, te apetece dar tu opinión sobre el tema que se está tratando, pero un pensamiento te dice que todos se reirán cuando expreses lo que piensas.
2º Cuáles son los pensamientos automáticos que se derivaron de esa situación: enuméralos todos y subraya el pensamiento más importante o el que más te molestó. Puntúa de 0 a 100 el grado en que crees en cada uno de esos pensamientos.
3º ¿Qué emociones sentiste? Escribe cada emoción y cuáles fueron las reacciones que tuviste. Puntúa de 0 a 100 la intensidad de cada sentimiento.
Crea una respuesta adaptativa: pregúntate sobre las pruebas de que el pensamiento automático es cierto. Reflexiona sobre en qué estás basando este pensamiento: ¿es útil o no sirve para nada? Si está basado en la realidad y tienes pruebas que lo apoyan, pregúntate: ¿qué implicaciones tiene que este pensamiento sea cierto? ¿Qué alternativas tengo para resolver este problema?Por último, valora hasta qué punto crees en cada respuesta alternativa.
5º Resultado: compara las notas y evalúa hasta qué punto crees en tus pensamientos automáticos, en la intensidad de tus emociones y en tu capacidad para crear una nueva forma de pensar. Fuente: La Mente Conquista el Humor (editorial Artmed).
Ojo con la dieta
En una fase de mente muy acelerada, la comida puede ser un fuerte aliado.
Evita los alimentos que aceleran la mente.
Estimulantes: café y chocolate.
Retienen líquidos: embutidos, alimentos procesados, sal y carnes rojas en exceso. Hidratos de carbono simples: azúcares y harinas.
Prefiera alimentos que liberen sustancias con acción calmante sobre el cerebro: plátano, miel, aguacate, salmón, sardinas, atún, lentejas, aceite de linaza, tofu, frutos secos, huevos y bayas. Fuente: Lucyanna Kalluf, nutricionista.
Crear registros positivos
El libro El cerebro de Buda te enseña a practicar la interiorización de lo bueno. Date una vuelta por esta hoja de ruta.
1º Transforma los hechos positivos en experiencias positivas: todo el tiempo ocurren pequeñas cosas buenas, pero no les prestamos atención. Trae a la conciencia plena la amabilidad que alguien ha hecho, una cualidad admirable en ti, el recuerdo de un viaje divertido, una decisión acertada en el trabajo. Déjate influir por esas sensaciones. Es como estar en un banquete: no te limites abuscando - ¡disfrute!
2º Disfruta de la experiencia: haz que dure hasta 20 segundos, no desvíes tu atención a otra cosa. Concéntrate en las emociones y sensaciones corporales, deja que la experiencia se apodere de ti, prolonga esta maravillosa sensación. Presta especial atención al lado gratificante de lo vivido. Intensifica esta experiencia pensando en los retos que has tenido que superar.
3º Imagina o siente: que la experiencia está penetrando profundamente en tu mente y en tu cuerpo, como el calor del sol en una camiseta o del agua en una esponja. Relaja tu cuerpo y absorbe las emociones, sensaciones y pensamientos que te proporciona esta experiencia.
Para el niño
"Anímale a detenerse un momento al final del día para recordar las cosas buenas que han sucedido y reflexionar sobre lo que le hace feliz, como jugar con una mascota y recibir el cariño de sus padres. Y luego, a dejar que las emociones y los pensamientos buenos impregnen todo su cuerpo" (El cerebro de Buda).